El año pasado cada vez que el Rinconada se ponía a tiro de los equipos que marcaban la pauta en la Preferente, incomprensiblemente perdía el duelo siguiente. Le pasó en Arahal, en Villaverde y en Barrios Unidos. Este año, salvando las lógicas distancias, la situación se ha repetido dos veces. Tanto en Dos Hermanas, como en el Leonardo Ramos ante el Triana, la escuadra blanquiazul ha dejado escapar sendas ocasiones para tutear a los favoritos y olvidar definitivamente el lastre de los seis puntos menos que ostenta en su casillero. 

El duelo ante el Triana pudo haber cambiado en el minuto 1, pero Sergio Navarro no acertó a convertir el primero cuando el partido estaba en sus albores. Y luego todo se torció. Primero Velázquez, lesionado, tuvo que dejar su sitio a Marrufo, y luego, tras una pena máxima señalizada por el colegiado, que transformó el cigarrero Jesús ‘Viola’ en el minuto 26. Dos minutos después pudo empatar Braulio, pero tampoco tuvo suerte.

Los trianeros, que venían con Remesal y Alberto, ex rinconeros, en el once inicial, con Jairo en el banquillo y con Borja fuera de la convocatoria, sabían los puntos fuertes del Rinconada, que por más que se afanaba en buscar el empate, se estrellaba una y otra vez en la poblada defensa que conformaba la tela de araña dispuesta por los capitalinos.

En la segunda mitad, Andrés Millán dio paso a toda su artillería, con la inclusión de Palacios y de Andrades, pero los blanquiazules no tenían su día y el Triana no pasaba apuros serios, y aunque el balón rondaba los dominios de Gómez, tampoco se sucedían ocasiones claras.

Para colmo de males, uno de los ex, el goleador Alberto, hizo honor a su fama y sentenció la contienda en el 83, haciendo estéril cualquier intento posterior de los rinconeros de meterse en el partido.

Con esta derrota, los de Millán se alejan de la cabeza antes de rendir visita a otro de los favoritos de la categoría, como es el Puebla, en el San Sebastián.