El delegado de Fiestas Mayores, Rafael Reyes, se ha reunido con la asociación Acrochea, el primer colectivo de crochet de Andalucía, afincado en el municipio y cuenta en la actualidad con 55 socias
El pasado mes de mayo, el Centro Cívico Los Silos acogía la puesta de largo de la primera asociación de crocheteras de Andalucía, que se engendraba y veía la luz en La Rinconada. Era Acrochea, que nacía con 55 socias con los objetivos de visibilizar esta labor artesanal, defender el crochet y hacer trabajo de este arte para el municipio, proporcionar formación a las nuevas generaciones, ayudar y prevenir el aislamiento de mujeres mayores, promocionar y organizar cursos de artesanía, dar apoyo psicológico a través de talleres de crochet, fomentar el asociacionismo entre personas de todas las edades, transmitir la artesanía a grupos escolares y de jóvenes y unir a las personas a través del crochet.
Basado en estos objetivos, echaban a andar, además, con un encargo: realizar dos árboles de Navidad gigantes que la ciudadanía pudiera disfrutar en las fiestas navideñas ya que se ubicarían en la calle, según propuso el edil de Fiestas Mayores, Rafael Reyes que, junto a las responsables de Igualdad y Participación Ciudadana, Noelia Ramírez y Fátima Vargas, respectivamente, acompañaron al colectivo en su presentación.
Recientemente, Rafael Reyes ha estado viendo, en compañía de la asociación, las estructuras donde se ubicarán los dos árboles y que ha financiado el Ayuntamiento. Cada uno de los árboles tendrá seis metros de altura y se ubicarán en la calle Virgen de Gracia y en el Bulevar del Almonazar, respectivamente.
“Estamos trabajando de manera conjunta para que la Navidad sea diferente este año en La Rinconada y contemos con dos árboles gigantes que, a mayores de lo que aportan en la decoración navideña del municipio, implica toda una serie de beneficios durante su realización, que le aporta mayor valor añadido”, apuntaba el edil de Fiestas Mayores.
“El crochet es una de tantas manualidades que tiene el poder de relajarte y ayudarte a evadirte de los problemas que cada una tenemos, ya sean enfermedades, dolores, problemas familiares o económicos”, refiere María, una de las socias, que habla, de entre los beneficios de su práctica, de la relajación, la disminución del estrés, el aumento de la autoestima y de la concentración, la potenciación de la creatividad, el aumenta de los lazos comunicativos o la formación de redes. “Es por todo ello, que paliar la soledad de tantas mujeres y trasmitir a las nuevas generaciones los beneficios que esta labor tan artesanal y a al mismo tiempo tan imaginativa tiene, es uno de nuestros objetivos”, apuntó.