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El Bádminton Rinconada derrota a Pitius, otro de los aspirantes a la segunda plaza, y reafirma sus opciones de disputarle el título de campeón al IES La Orden
A veces, no está de más recibir
un palo como el que recibió el Bádminton Rinconada la pasada campaña para
redirigir el rumbo de una entidad histórica y conseguir volver a engancharse a
los objetivos. Después de 18 años asistiendo a una final de Campeonato de
España, la temporada pasada tocó vivirla desde fuera, algo que la secretaría
técnica rinconera ha intentado que no se vuelva a repetir. Y parece que va en
serio. El conjunto que dirige Antonio Molina se ha puesto el mono de trabajo,
ha acertado a la hora de incorporar a sus extranjeros, ha visto como Fran
Olivares da un salto enorme de calidad y como sus viejos rockeros -Laura Molina
y Juan Manuel Fernández Quiles- siguen incombustibles.
Ante Pitius, desde el inicio, el
encuentro daba a los espectadores lo que se presuponía: un duelo igualado al
máximo que se decidiría por pequeños detalles. En los Dobles Mixtos, la suerte
y los pequeños errores fueron claves para dilucidar el ganador del primer set,
que caería del lado ibicenco. El resultado del primer duelo hizo que,
mentalmente, la pareja rinconera formada por Rory Easton y Laura Molina saliera
tocada al segundo set para intentar remontar un partido que finalmente se
llevaron los visitantes Laura López y Alejandro Alcalá (22-24 y 16-21). Era el
aviso de lo que le esperaba al Rinconada si no cambiaba la dinámica del
encuentro. En los Dobles Masculinos y Femeninos, los locales sabían que, para
seguir vivos, debían llevarse al menos uno de los dos puntos para no perderle
la cara al encuentro. Y otra vez, la igualdad fue máxima. En el femenino, las
hermanas Laura y Marta Molina cayeron por un suspiro en ambos sets, por un
doble 19-21, mientras que los rinconeros Rory Easton y Jaume Pérez realizaron
un soberbio partido para seguir manteniendo con vida a los suyos (21-14, 19-21.
21-10).
Llegaba el turno de los duelos
individuales, donde históricamente los rinconeros sufrían severas dificultades
para poder arrancar más de dos puntos. Este año, parece que han cambiado las
tornas y que la apuesta de la dirección deportiva del club ha reforzado los
duelos individuales, lo que se traduce en la pista, hasta el punto que
decantaron el duelo ante Pitius a su favor, con cuatro victorias.
Primero, Nerea Díaz ganaba con
solvencia a Sandra Chirlaque (21-16 y 21-19) para que, más tarde, Fran Olivares
realizara el partido de la mañana remontando y resolviendo un choque en el que
arrastraba fiebre e indisposición desde el día anterior, pero que le consagró
como gran alternativa del Rinconada (12-21, 22-20 y 21-18). Para terminar los
duelos individuales, Freya Redfearn no dio opción a la jugadora ibicenca Andrea
Ibáñez, solventando el partido en poco más de 30 minutos (21-11 y 21-3). En el
turno masculino, Quiles realizaba el más difícil todavía llevando el partido a
tres sets tras sucumbir en el primero (17-21, 21-10 y 22-20), para cerrar el
5-2 definitivo.
Al término del encuentro Antonio
Molina, técnico rinconero, se mostraba satisfecho y, sobre todo, ilusionado con
la campaña que está realizando su equipo: “Hoy buscábamos la excelencia, el
último escalón de la primera vuelta para darnos motivos para soñar. Creo que
hemos cumplido con creces ante un equipo increíble. Sabemos que aún no hemos
hecho nada y que queda un largo camino por recorrer, pero ganar a todos los
rivales directos a excepción del IES La Orden es un argumento muy sólido para
permitirnos soñar con la final”.
El entrenador, que es perro viejo
en esto del bádminton, sabe que queda una segunda vuelta muy dura, con duelos a
domicilio en Oviedo y en Ibiza, pero que duda cabe que el trabajo de sus
pupilos da motivos para soñar y tranquilidad para, con la sartén por el mango
desde el segundo escalón de la clasificación, verlas venir y obligar a los
demás a que sean ellos quienes arriesguen.
Fotos: Raúl Moreno Méndez