Los proyectos Ergasteria y crudUS, ambos de la Hispalense, estudian las técnicas de construcción con tierra cruda, el primero sobre un horno turdetano y el segundo sobre arquitectura y construcción doméstica. Raquel Vega: “Seguimos activando nuevos proyectos y excavaciones para el conocimiento de nuestros yacimientos arqueológicos y su divulgación científica”
Recientemente, la delegada de Cultura, Raquel Vega, se reunía con el director del Proyecto General de Investigación ‘Cerro Macareno’ y director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, Francisco José García Fernández, y la directora del Museo de La Rinconada, Maribel Rodríguez Achútegui, para activar los nuevos proyectos y excavaciones que va a desarrollar para conocer los yacimientos arqueológicos del municipio y su divulgación científica.
Como destacó Vega: “Esperamos que pronto la Junta de Andalucía, que es a quien corresponde, declare a Cerro Macareno Bien de Interés Cultural, lo que le otorga al yacimiento el nivel más alto de protección y abre oportunidades para divulgar su valor científico”. Además, subrayó que la última excavación arrojó luz “al pasado industrial y comercial de La Rinconada del pasado. En el Cerro se embotelló y envasó, tuvimos hornos con los que producir cerámica... Hoy somos como entonces un territorio donde el desarrollo económico y la actividad industrial marcan nuestra singularidad como municipio y los dos proyectos que se van a poner en marcha, Ergasteria y crudUS, de arqueología experimental, nos permitirán conocer más sobre instalaciones industriales y arquitectura doméstica”.
Ergasteria: Cómo se fabricaba la cerámica
Dirigido por Antonio M. Sáez Romero y Eduardo Ferrer Albelda, ambos profesores del Departamento de Prehistoria y Arqueología, Ergasteria es un proyecto de arqueología experimental y virtual para el estudio de los procesos de producción anfórica y comercialización en la Protohistoria, que la Universidad de Sevilla lleva a cabo junto con el Consistorio rinconero a través del Museo de La Rinconada.
“Se trata de realizar en la Hacienda Santa Cruz, la construcción de un horno cerámico, réplica de modelos protohistóricos ampliamente conocidos en la Bahía de Cádiz de los siglos VI-V a.C., usando técnicas y modelos similares a los empleados en la época, registrando meticulosamente todos los parámetros de inversión de recursos materiales y humanos, conectando esta iniciativa con otras actualmente en curso como las excavaciones en el Cerro Macareno, uno de los principales centros alfareros del Bajo Guadalquivir en época prerromana.”, explica el profesor Sáez Romero.
Asimismo, se ha previsto la realización de cocciones experimentales que permitan ensayar aspectos como los procesos de carga y descarga, de alimentación, de reparación, entre otras cuestiones y también medir sus tiempos, el porcentaje de cerámicas a descartar en cada cocción... Todo esto implicará la producción de réplicas de ánforas y otras cerámicas, así como de tornos alfareros y otros instrumentos de ceramista.
“Hoy en día hay grandes vacíos de información sobre cómo se fabricaba la cerámica en los talleres fenicio-púnicos y turdetanos, cuando precisamente es esta una de las industrias que fue especialmente importantes en el Cerro Macareno, de ahí la importancia de este proyecto de arqueología experimental”, señala la directora del Museo que apunta que “durante el proceso de construcción y puesta en marcha del horno, el Museo organizará visitas tanto para grupos educativos, como los fines de semana para nuestra ciudadanía”.
crudUS: Construcción doméstica con tierra cruda de época antigua
Otro de los proyectos en torno al Cerro Macareno que se va a desarrollar es crudUS, estudio, intervención y recuperación de la construcción con tierra en la Baja Andalucía que dirige Francisco José García Fernández y que también se va a desarrollar en la Hacienda Santa Cruz con objeto de que este proyecto experimental complemente al desarrollado por el proyecto Ergasteria y conviertan a este espacio en un recurso didáctico para la ciudadanía.
“El proyecto tiene tres grandes ejes. Por un lado, el estudio de las técnicas de construcción con tierra en la Baja Andalucía durante la Antigüedad, en sentido amplio, y su proyección sobre las arquitecturas posteriores, desde la Edad Media hasta la contemporánea, desde una perspectiva material, constructiva, formal y social (Investigación). Por otro lado, el análisis diagnóstico y experimental de los procedimientos e intervención más oportunos (tratamiento previo, conservación, restauración y reconstrucción), tanto en ámbitos arqueológicos como estrictamente arquitectónicos (innovación). Por último, la recuperación de la arquitectura tradicional en tierra que, más allá de sus valores patrimoniales o sociales, ofrece, por sus propias condiciones y su adecuación al entorno, un tipo de hábitat ecoeficiente y sostenible, apropiado a las necesidades actuales, como han puesto de relieve otras iniciativas orientadas a la implementación de estas técnicas y materiales”, señala el director del proyecto.
Una de las líneas de trabajo sería la reproducción experimental de las técnicas constructivas basadas en el empleo de la tierra cruda de época antigua. “Ésta se llevaría a cabo mediante el ensayo de construcción de algunas estructuras con distintos tipos de técnicas, aparejos y materiales”. Ambos proyectos están financiados con fondos Feder Andalucía 2014-2020.