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El Pichichi resuelve, con dos goles en el alargue, un partido que se le había complicado al Rinconada ante el Torreblanca y permite a los suyos recortar puntos respecto al Betis C
La verdad es que no fue el partido más brillante del Rinconada. El buen planteamiento de José Antonio Lara y la calidad de los futbolistas del Torreblanca dificultaron mucho a los rinconeros los acercamientos a la meta de Dani. De hecho, en la primera parte, y aunque se vio una apuesta combinativa por parte de ambos conjuntos, no se contabilizaron ocasiones de gol ni de peligro sobre la meta torrealbense ni en la de Iván Gaviño, que vivió como un mero espectador.
Evidentemente, de antemano, el empate era un resultado que favorecía más al Torreblanca y, por ello, conforme pasaron los minutos en la segunda mitad, los locales fueron dando pasos adelante y los visitantes atrás. Sin embargo, la situación se le enconaba al Rinconada y el partido tomaba un cariz peligroso porque, si bien es cierto que las ocasiones, sobre todo a partir del minuto 70, empezaron a llegar, que el duelo se abriera era un arma de doble filo, puesto que el Torreblanca también podía asomarse a los dominios de Iván y en la retina estaba el duelo disputado en el Felipe del Valle, en el que tras innumerables ocasiones cañameras, fueron los de José Antonio Lara los que se llevaron el partido en un ejercicio de supervivencia atrás y de efectividad arriba.
Cuevas se anticipó a Buba en un balón rebotado y metió la puntita de la bota, mandando el balón por encima de Dani pero marchándose por poco a la izquierda del portero. Luego, en otra internada por banda, era Peluqui quien recibía en el balcón del área chica para rematar por encima de la portería visitante. La vuelta del delantero, al igual que la de Sergio Alarcón, fueron dos grandes noticias para los del Nuevo Ramos Yerga. Luego hubo un remate que se fue fuera y cuando el electrónico del estadio acaba de marcar el noventa, otra entrada desde la derecha dio lugar a un rebote en el área chica y allí, como siempre, con la caña preparada, estaba David Cuevas, para anotar el gol de la victoria para los suyos y hacer estallar de júbilo a las gradas rinconeras. En la prolongación, de hecho, tuvo tiempo hasta de hacer otro gol, después de una jugada de Segura entrando por la derecha, en la que metió la punta de la bota.
El Rinconada demostró con la victoria que sabe picar piedra y que nunca baja los brazos desde el minuto 1 hasta el 90. Raúl Carmona, el entrenador escribía que “para ser un equipo grande, hay que saber ver donde están tus fallos, y este equipo después de una primera parte muy apretada, supo salir al campo y doblegar la situación a base de lo que el partido requería. Sin lugar a dudas habéis dado otro pasito más en aprendizaje, orgulloso de vosotros. Seguimos forjando un equipo camaleónico, versátil y competitivo. La Unión Deportiva Rinconada jamás se rinde, y queremos más”. Y Cuevas volvió a poner de manifiesto que el gran referente ofensivo, no ya del Rinconada, sino de la categoría, donde vuelve a liderar la carrera por el Pichichi. Quien tiene a Cuevas tiene un tesoro y Cuevas tiene su corazón rinconero.
El próximo domingo, el equipo rinconero viaja al Adame Bruña para enfrentarse a una Peña Deportiva Rociera en zona de descenso, lo que le convierte en más peligroso.