No se trata de lanzar las campanas al vuelo, porque todavía quedan muchos puntos que sumar, pero la victoria, la primera victoria, los puntos y, sobre todo, la imagen exhibida en el antiguo campo de Los Ventolines  actual Manuel Leonardo Ventura de Pilas, hacen que se recuperen las esperanzas, que se vuelva a creer en que la permanencia es posible.

El Rinconada desde el inicio fue a por el partido y, antes del primer minuto de juego, ya tuvo una ocasion clarísima en las botas del debutante Migue Jiménez.  Un balón largo de Estévez, que se marcó un partidazo con 17 años recién cumplidos, lo peleó Corriente, que no acertó a controlar pero se llevo consigo al defensa, dejando solo al ex del Villafranco que, con todo a favor, remató fuera.

El césped era una alfombra de hierba natural y los locales trataban de salir desde atrás jugando la pelota, mientras que el Rinconada apretaba muy arriba en busca del error rival. David, el central zurdo del equipo de José Manuel Borrero, hizo una jugada individual espectacular, llegando desde campo propio a la línea de fondo y sacando un pase de la muerte que Gata sacó bajo palos cuando Cisqui ya tenía la caña preparada.

Pero el balón era de los de Javi Blanco, que eran los que seguían buscando con mayor insistencia la meta rival. En un balón colgado en el que la defensa local estuvo horrorosa, el balón le cayó solo al otro debutante, Javi Raposo, en el área chica, pero, incomprensiblemente,  disparó al muñeco y Álex Barra se quedó con el cuero.

Todavía antes del descanso, una internada de Corriente, acabó con el de Cantillana por los suelos pidiendo penalti que González Fernández no estimó. Luego, un pase de la muerte de Segura que no encontró rematador y un disparo de Raposo que se fue fuera.

La sensación,  camino a los vestuarios,  era que los rinconeros buscaban y merecían mejor suerte quebel 0-0 que registraba el marcador.

En la segunda parte, Jesús Romero sustituyó a Felipe y dio más consistencia a la medular, liberando más a Migue Jiménez para irse arriba.  En el 49, una entrada del ex del Villafranco por la izquierda,  acabó en un remate fuera por poco. En ese momento ya calentaba Benavides, al que Javi Blanco no tardó en dar entrada.

El técnico movió bien sus piezas,  porque el canterano empezó a moverse entre líneas y enloqueció a toda la defensa pileña.

Corriente tuvo una buena internada por la derecha pero, cuando iba a disparar, se embolicó y acabaron arrebatándole la pelota. Minutos después,  en el 67, se repetía la jugada por el mismo sitio, pero con Kaki como protagonista.  El de El Pedroso se metía hasta la cocina y sacaba el pase atrás a Benavides que, aunque controlaba mal de primeras, tenía tiempo de rehacerse, acomodarse el balón y batir al portero local. El Rinconada se adelantaba y hacía justicia a lo que se veía en el Manuel Leonardo Ventura.

Sin embargo, la alegría duró poco. Un par de minutos, que fue lonque tardó Juanca en empatar. Jugada por la izquiera de Soldán que mete el pase al interior del área donde esperaba el goleador, libre de marca en un fallo grueso de la defensa, que ajustaba el remate a la cepa del palo izquierdo de Álex Fernández, que nada podía hacer para evitar el gol en el segundo tiro entre los tres palos del Pilas en todo el partido.

Lejos de desmoronarse, como hubiese podido pasar dada la situación en la tabla y la fragilidad anímica rinconera, los de Javi Blanco siguieron superando a su rival y creando ocasiones. La polémica quedó servida en el 78, cuando un pase interior de Corriente a Kaki acabó en un derribo claro del ex del Cazalla dentro del área. González Fernández pitó falta anterior sobre Corriente,  cuando había dado la ley de la ventaja. El cabreo de la parroquia rinconera era monumental.

Pero los de Javi Blanco siguieron a lo suyo ante un rival noqueado y, en el 82, en un balón colgado al área que nadie acertó a despejar, Corriente remató a placer, el arquero se comió el balón y el 1-2 subió al marcador. La alegría se desbordó en las huestes blanquiazules con un tanto que premiaba su fe y que reflejaba lo que se estaba viendo en el campo. Y ya no hubo errores que pusieran en peligro la renta visitante. Porbel contrario, tres minutos después,  un balón a la espalda de la defensa del Pilas lo acabó mandando al fondo de la red Mario Cuder, que andaba por allí.  González Fernández anuló el gol por fuera de juego, pero se desdijo tras consultar a su asistente y dio validez al gol, dejando el 1-3 con el que acabaría el partido y que supone la primera victoria rinconera 14 jornadas después.

El martes, día de la Constitución,  los rinconeros abrirán un paréntesis para jugar la ida de las semifinales de la Copa RFAF ante el Mosqueo, a las 18,30 horas en el Nuevo Ramos Yerga. Y el jueves, día 8, a las 17,00 horas, en el mismo escenario, los de Javi Blanco recibirán al colista de la tabla de Primera Andaluza,  el San Pablo Pino Montano, en busca de su segundo triunfo y de acercarse a la permanencia.