El Rinconada nunca bajó los brazos ante el Betis y, fruto de ese esfuerzo, logró sacar un punto que bien pudieron ser tres, porque se quejan –y con razón- los rinconeros, de un más que posible penalti que al árbitro no pitó y que hubiese sido un hipotético 3-2.

Los de Raúl Carmona, que acabó expulsado, al igual que Marcos Garrido, su segundo, supieron sobreponerse a dos tantos en contra, al potencial de mejor equipo de la Primera Andaluza y a un arbitraje canalla de Zschiedrich Távora que, como ocurriera en el Raúl Carrosa de Osuna en la primera vuelta, volvió a liársela a los rinconeros, que acabaron con nueve cartulinas amarillas y dos rojas, mientras que los de Jesús Capitán, ‘Capi’, no vieron una sola tarjeta, lo que se antoja, cuanto menos, muy raro.

Lo mejor del partido es que los blanquiazules lograron un punto a pesar de todos esos factores en contra lo que supone un espaldarazo moral importantísimo de cara a lo que le viene, que no es poco, comenzando con el derbi y siguiendo con Osuna y Alcalá. Lo peor es que este empate, sumado a la derrota en Casariche y a otros empates, compromete, por primera vez casi desde hace una vuelta, la segunda plaza, que se pondrá en juego en el Felipe del Valle con +2 a favor de los de Raúl Carmona de inicio.

El partido tuvo mayor control de Betis C, pero los rinconeros no le perdían la cara al partido. Víctor Tellado, a la media hora de juego y, de nuevo en el 40, hizo dos tantos que parecían asestar una puñalada sin vuelta atrás a los locales, máxime cuando las cartulinas iban acumulándose en la mochila rinconera. En el 50, Raúl Carmona vio la cartulina roja y, seis minutos después, se tuvo que marchar su segundo, Marcos Garrido. La roja fue por reclamar un penalti del que se han difundido imágenes y que parece bastante claro. Pero el trencilla miró hacia otro lado, condenando más si cabe, al Rinconada.

Sin embargo, cinco minutos después, el último fichaje, que se estrenaba en la convocatoria y que había entrado pocos minutos antes, Paco Jensen, remataba al fondo de la red un centro de Peluqui, que asumía los galones y tiraba del equipo.

Con el 1-2 el Rinconada siguió insistiendo y, casi al filo del 90, Peluqui lograba el empate al peinar un balón que envió desde la izquierda de Figueras.

Tras el tanto, el auxiliar del Zschiedrich Távora decía que un objeto lanzado desde la grada había impactado en su pierna y el partido se quedaba parado durante varios minutos con discusiones porque el colegiado quería desalojar una zona habilitada para la ubicación de público. Al final el duelo se reanudó sin mayores problemas. De nuevo con empate y con más de diez minutos de alargue por delante, los rinconeros lo intentaron, pero sin hacer locuras, conscientes de la calidad del rival enfrente. Al final, doce minutos después del tiempo reglamentario, el colegiado indicó el final del choque con reparto de puntos.

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