El Rinconada se complica la vida hasta el punto de meterse en descenso. El equipo de Raúl Carmona, había sabido arreglar en casa los puntos que se le escapaban fuera, pero los duelos ante el Dos Hermanas y el San José, hicieron que esa condición se perdiera, con un punto de seis posibles, lo que unido a que fuera de casa el equipo no acaba de remontar, ha hecho que esté cuarto por la cola.

La verdad es que no era un partido fácil para romper la racha. El Rinconada visitaba el complejo deportivo Pablo VI, para enfrentarse con el intratable líder, el Alcalá, que ha ganado siete de sus ocho partidos disputados, y sólo ha empatado uno, en el Miguel Román de Dos Hermanas, ante el gran favorito. Eso sí, quizás los aficionados esperaban que los rinconeros dieran más guerra, pero lo cierto es que los de Raúl Carmona entregaron la cuchara en los primeros compases y luego, se estrellaron contra un muro, viendo impotentes como no podían hacerle daño a los ribereños.

Se estrenaba en la portería el salvadoreño Sandro, que ha relevado a Teti en la plantilla y que fue titular, aunque sin mucha fortuna. Dos goles de córner, con cuatro minutos de diferencia, pusieron una renta insalvable para los blanquiazules. Primero fue Pedro Jiménez y después Juanma, dos expertos en el remate y experimentados goleadores, los que hicieron los tantos, ante la mirada impotente no sólo de Sandro, sino del conjunto de la defensa. Dos goles en saques de esquina mal defendidos por el Rinconada.

Como hiciera en el Felipe del Valle, con la renta de dos tantos, el Alcalá se dedicó a contemporizar, a que no se jugara, a dejar pasar el tiempo sin que el rival le generara problemas. Y lo cierto es que lo consiguió. El Rinconada se echó arriba, peleó y buscó la meta de Blas, pero entre la falta de puntería, el arquero y la defensa, no hubo opciones de inquietar al líder, que fue viendo cómo se moría el partido, ante los intentos estériles de David Cuevas y Kisko, que se empequeñecían más y más conforme pasaban los minutos.

Para colmo de males, en el 67, los de Raúl Carmona se iban a quedar en inferioridad con la expulsión de Charro, a quien Dorado Gutiérrez le enseño una roja directa. Con diez, lo que ya era impensable se volvió imposible y sólo quedó dejar pasar el tiempo para que el colegiado sevillano indicara el final.

Con esta derrota el equipo se queda con ocho puntos, una más que el Mosqueo y el Demo y cinco más que el Arahal, que sigue como farolillo rojo con sólo tres puntos, los cosechado en el Felipe del Valle ante el San José.

La próxima semana, el cuadro rinconero jugar en casa, donde tiene otra importante reválida ante uno de los mejores equipos de la categoría, el Ventippo de Casariche, que viene de golear en el Sergio Carnerero Gil al Morón por 5-0 y que no quiere dejar escapar puntos si quiere estar en los Play Offs de ascenso al final de temporada.