No ha sido una obra fácil ni exenta de inconvenientes traducidos en un retraso en las fechas previstas para su inauguración. De hecho, el alcalde, Javier Fernández, publicaba un mensaje en sus Redes Sociales en la el que comenzaba “pidiendo disculpas sinceras por las molestias y por el retraso en la ejecución de esta importante inversión”. Pero, afortunadamente, inmediatamente después, anunciaba que “a lo largo del próximo mes de septiembre abriremos para uso y disfrute de nuestros vecinos y vecinas el nuevo pulmón verde de la Barriada Santa Cruz”.

El parque Santa Cruz es una de las grandes apuestas municipales para modernizar y ampliar la calidad de vida en las zonas de Santa Cruz y Santa Caridad, zonas de acción preferente del Ayuntamiento. En concreto, el nuevo recinto, que tiene 4,5 hectáreas y se ubica en los terrenos de la antigua feria de San José. Como lo definió el alcalde en su día, “es un nuevo Dehesa Boyal”.

El nuevo parque Santa Cruz, que se engloba dentro del Plan Integral con el que el Consistorio va a modernizar, dinamizar e implementar “una barriada de acción prioritaria”, supone “un revulsivo para la calidad de vida de las barriadas, porque cada vez que se abre un pulmón verde la población gana en salud. Por eso triplicamos la media de la provincia”, destacaba el primer edil rinconero. A mayores, Fernández se refería al “gran salto cualitativo para la calidad de vida del entorno que supone la puesta en servicio de esta nueva dotación”.

Por su parte, el delegado municipal de Hábitat Urbano y Medio Ambiente, José Manuel Romero Campos, destacaba que “en este proyecto se aúnan el compromiso medioambiental de La Rinconada, su apuesta por la calidad de vida de la ciudadanía, la respuesta a las demandas ciudadanas y el impulso modernizador de las zonas de Santa Cruz y Santa Caridad”.

El nuevo recinto parte de las infraestructuras existentes en el actual recinto, complementado con parterres, zonas de paseo y estancia para el ocio y praderas verdes. De igual modo, todo el recinto estará comunicado mediante caminos en torno a los cuales se salpican de los usos lúdicos, deportivos y relación social que demanda la ciudadanía, tales como juegos infantiles, actividades de calistenia, fuentes o aljibes, pipican, pistas multideportivas… La vegetación aprovechará la flora existente y se complementará con especies autóctonas. Así, se han plantado más de 500 ejemplares “de muy buen calibre” de las familias de Celtis Australis (132), Melia Azadarach (103), Jacaranda Mimosifolia (97), Tipuana Tipu (110) y Palmeras Washingtonia Robusta (80).

El proyecto cuenta con una inversión de alrededor de dos millones de euros y está cofinanciada con fondos FEDER y presupuesto municipal.