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Derrota dramática de un San José sin alma en Palomares que deja señalados a varios futbolistas
Vaya por delante que el colegiado del partido entre el Palomares y el San José correspondiente a la ida de la Final de la Copa RFAF, Franco Moreno, hizo un arbitraje excelente. Y digo esto, porque no hubo críticas contra Carmona Otero y Zschiedrich Távora porque el San José o el Rinconada no había ganado, sino porque cuajaron una actuación lamentable que, en el caso del colegiado del conjunto cañamero, se vio agravado por una actitud chulesca, amparado en que no hay video que pueda desbaratar la presunción de veracidad de sus afirmaciones. En este sentido, el San José ha sido sancionado por incidentes de público de carácter leve, lo que comportará la correspondiente multa económica, pero no computa a efectos del artículo 73.
El problema ante el conjunto del Palomares –que marcha tercero en el Grupo II de la Segunda Andaluza y que viene de perder en su campo ante el líder, el Sanlúcar (0-3)- no fue, ni mucho menos, el colegiado, que cuajó un brillante arbitraje, sino la falta de actitud del conjunto de Juan Carlos Menudo que, otra vez, y ya son varias esta temporada, estuvo muy lejos del nivel que se le presupone, apático y dejando señalados a varios de sus integrantes. Si el entrenador decía tras el derbi que el equipo había rozado el ridículo, posiblemente ante el Palomares se cruzara la raya, hasta el punto que el entrenador introdujo cinco cambios en el descanso para intentar aliviar el mal trago.
Lo mejor que se puede decir es que el resultado no es, ni mucho menos, definitivo, y que se puede voltear en el encuentro de vuelta en el Felipe del Valle; lo peor, que el equipo necesita urgentemente una cura de humildad y concienciarse, de una vez por todas, de que ningún partido se va a ganar por el peso del escudo o del currículum de los futbolistas.
De inicio, Menudo hizo varios cambios respecto al equipo que empató ante el Ventippo, en busca de dar oportunidades, premiar el trabajo y, por qué no decirlo, para reservar jugadores de cara al duelo del Betis C el próximo domingo en Liga, que es donde está verdaderamente la campaña del San José.
El problema es que los que entraron no estuvieron a la altura. Carlos, el portero que le abría la puerta a Adri para quedarse de guardaespaldas de Sebas, encajó dos goles en los que pudo hacer mucho más, y fue sustituido al descanso. Cabana, que volvía estuvo muy desacertado y Alain, que también recuperaba la casaca de titular, a excepción de un pase muy bueno a Pichi, que pudo suponer el empate, estuvo desaparecido. Pichi y Luca le pusieron empeño, pero tampoco lograron sobresalir en la mediocridad del equipo, y Álvaro Pérez, que ya se va olvidando de su lesión, no olió la pelota. Pero otros más titulares, titularísimos, como José Mari, en la primera parte, estuvo desconocido, Javi Lozano aún no ha mostrado ninguno de los motivos por los que se le fichó, Pipi no aporta el liderato que necesita el equipo y a Said parece que lo han cambiado desde el día del Pedrera.
Por contar el desarrollo del partido, un balón largo en el minuto cuatro provoca una falta de entendimiento entre Cabana y Carlos que aprovechó Pablo para lograr el gol, sin que José Mari pudiera sacarlo bajo la línea.
Pichi pudo empatar entrando por banda tras un buen pase en diagonal de Alain, pero su remate lo despejó Gonzalo a córner.
En el 29, en otra jugada en la que Carlos no se entiende con su defensa y tiene que salir a tapar el hueco, un pase al corazón del área provocaba el remate de Pepelu y el 2-0 en el marcador con el que se llegaba al descanso sin atisbo de reacción en los cañameros, que sufrían horrores con la presión alta del Palomares.
En la segunda mitad, Menudo sacó del campo a Carlos, Cabana, Luca Parrado, Pichi y a Javi Lozano, dando entrada a Sebas, Iván Bergagna, Pitero, Pepe Calderón y Francis –Barajas y David López no estaban en la convocatoria-. Los azulinos salieron con mayor fuelle, tratando de acercarse a los dominios de Gonzalo, pero en el 55, Francis se enredó en mil regates innecesarios, acabó perdiendo la pelota ante Herrera, que se quedó solo ante Sebas, que tuvo que cometer un penalti muy claro que señalizó el colegiado, mostrando la única amarilla del partido. Gari lanzó fuerte y al centro y Sebas no pudo atajar la pelota.
A continuación, Menudo cambió a Francis, que había salido diez minutos antes y devolvió al campo a Javi Lozano en clara reprimenda por el balón perdido del ex del Mairena. El duelo avanzó y el Palomares, en un alarde de entereza física, aguantó la presión alta sobre el San José que, eso sí, en el 68, iba a recortar distancias por una genialidad de Pipi, que botó un córner que acabó colándose en la portería. En el banquillo cañamero decían que era gol olímpico, lo que corrobora el acta al darle el gol a Pipi, pero, como avanzó Fran Martínez en la narración en directo para Radio Rinconada, José Mari había llegado a tocar el balón para meterlo en la portería de Gonzalo, un extremo que reconocía el propio central al término del encuentro.
De ahí al final, el San José lo intentó, al igual que el Palomares, que no cesó en su idea de fútbol y en su presión asfixiante sobre el San José, lo que les grajeó alguna ocasión clara que, afortunadamente para los azulinos, no acabaron en gol. La más clara para los del Felipe del Valle la tuvo Francis –que volvió a salir en el 75- para rematar en el área contra el cuerpo de Gonzalo.
El próximo miércoles, día 18 de diciembre, en el que ya se ha iniciado el parón navideño, se jugará la vuelta en el Felipe del Valle. La eliminatoria está viva y eso es en lo que debería centrarse el San José. La trayectoria de los jugadores que forman la plantilla, su calidad contrastada y la experiencia de su entrenador obligan a seguir confiando en este equipo, pero el margen de error es cada vez más escaso.