Que nadie se lleve a engaño. Este Rinconada no es líder destacado de la categoría porque existe un equipo, llamado Betis C, que juega en otra Liga, que tiene unos recursos y posibilidades que no están al alcance de los demás. Entre los mortales, el Rinconada se sale y ha conseguido empezar el año, igual que lo acabó, con un triunfo ante el Montequinto.

Se acaba la primera vuelta y los pupilos de Raúl Carmona están que se salen. De quince partidos disputados han ganado 10, han empatado dos, frente a la Estrella en un duelo que se escapó al final y con la Rociera en casa, en un accidente, y han perdido tres, ante el Betis c, que es la visita al dentista, ante el Osuna, cuando ganaban en el alargue y le remontaron con mucha polémica y de aquella manera, y ante el Torreblanca, quizás el único duelo en el que los blanquiazules no han estado a la altura de lo que se esperaba. Equipos como el Ventippo, Alcalá, San José o Mairena han doblado la rodilla en el Nuevo Ramos Yerga, no sólo venciendo, sino convenciendo, y sabiendo sobreponerse a los problemas extradeportivos que han acompañado a la entidad derivados de la marcha del que era presidente, José Casquet, y toda la polvareda levantada alrededor.

El equipo está enchufado y el preparador está convencido de que aún tiene margen de mejora en la segunda vuelta que arrancará el próximo fin de semana en el Nuevo Ramos Yerga ante el Utrera B.

Frente al Montequinto, en el epílogo del campeonato de invierno, los rinconeros no contaban con Sergio Alarcón, uno de los más destacados en el último mes de competición. Sin embargo, el equipo no se resintió y ante un rival necesitado, que posiblemente tenga un plantel muy superior a lo que dice la clasificación, supo llevar la iniciativa y aporrear la puerta hasta que, pasado el primer cuarto de hora, el Pichichi David Cuevas, lograba el primer tanto que abría la lata verdiblanca.

El Montequinto no bajó los brazos y aprovechó algunos desajustes en la medular rinconera para tratar de generar ocasiones de superioridad a la espalda de la defensa. Manu Fidalgo le ganó por piernas a Bellido y, ante la salida de Lluelma, la picó al larguero. Poco después, de nuevo Fidalgo quiso regalarle el gol a Espínola, que se embolicó y acabó perdiendo la pelota ante Lluelma antes de rematar.

Sin embargo, el Rinconada daba la sensación de tenerlo todo controlado. Incluso si en una de estas hubiera habido un gol, nadie habría tenido dudas de que los de Raúl Carmona iban a volver a marcar, como hicieron ante el Alcalá, cuando Ennoury puso las tablas a dos. Pero, en cualquier caso, los nazarenos no besaron las mallas de Lluelma.

En la segunda parte, el cuadro local controló la contienda, incluso tuvo ocasiones para ampliar la renta, algo que lograría en el 71, tras una buena jugada de Luis Cubero, que le cedió el tanto a Ángel, que puso la rúbrica a un partido en el que fue dueño y señor de la zona ancha.

Con esta victoria son seis puntos los que mete al Alcalá, tercero, y ocho al Ventippo, cuarto, mientras que, al San José, que marca ahora la frontera de los Play Offs, le aventaja en nueve, al igual que al Osuna. La próxima semana, de nuevo en casa y de nuevo ante un equipo de la zona de descenso, podrá ampliar la renta, porque hay duelos directos con el San José-Alcalá.