El San José perdió por la mínima en el Municipal de Montequinto ante el equipo de Alexander Mark, que comenzó el duelo con un ritmo frenético desarbolando a la escuadra cañamera y poniendo de manifiesto las posibilidades y alternativas que maneja para ser una de las grandes revoluciones del campeonato. Decía Raúl Carmona, que los nazarenos serían candidatos a los Play Offs y, llegue o no a conseguir la regularidad necesaria para cavar entre los cuatro primeros, lo que está claro es que ganar en Montequinto va a ser una tarea harto complicada, como pudo comprobar el San José que, en esa avalancha inicial, en la que Juan Benítez y Josué multiplicaron la velocidad de los locales, encajaron un gol tras una buena combinación y una gran definición del delantero de Dos Hermanas.

Antes del minuto 15, en el que se inauguró el marcador, los de Alexander Mark ya habían avisado con un remate de Adri, que atrapó en dos tiempos Sebas y con una gran internada de Josué por la derecha, que remataba al lateral de la red. En el primer cuarto de hora, los de Juan Carlos Menudo sólo habían tenido un acercamiento de Álvaro Pérez, que arrancó con la calidad que acostumbra, pero que no llegó a finalizar la jugada.

Sin embargo, el ritmo impuesto por los locales no era fácil de mantener y, con el tanto de Benítez, la línea de presión del Montequinto, que había comenzado en campo completo, se retrasó a la medular, lo que oxigenó el inicio de jugada del San José y ello se traducjo en la primera ocasión clara del encuentro, que se generó de un pase de Pipi a la espalda de la defensa para Raúl Cabrera que, ante la salida de Alejandro, picó la pelota y su remate se marchó ligeramente desviado a la izquierda del cancerbero.

El resto de la primera parte siguió con mayor dominio local, aunque sin ser tan apabullante como el de los primeros minutos, pero probando a Sebas cada vez que podían, incluso desde lejanas distancias, en las que el arquero cañamero demostró la clase que atesora. Al descanso, si bien los locales dominaban el marcador y también el juego, sí deba la sensación de que el San José tenía muchas cosas que decir en el partido, que las sensaciones al final del primer acto eran muy distintas a las del inicio y que el asegunda mitad se le podía hacer larga a los locales, que empezaban a dar muestras de cansancio tras el enorme esfuerzo de la primera mitad.

Consciente de ello, Alexander Mark empezó a mover el banquillo, buscando refrescar la zona de ataque. Josué, Benítez y Marco salieron del campo, y luego les siguieron Pablo Castillo y Adri. El San José ya tenía para entonces el control de la pelota y aculaba cada vez más a los locales en su área. Los verdiblancos ya no eran ese equipo eléctrico arriba, aunque salían con mucha verticalidad y dieron varios sustos a los cañameros. Pero su nuevo potencial emergía de la veteranía de Julio Barneto y Barbero en el eje de la zaga, y del trabajo de la medular.

El San José tuvo algunas buenas combinaciones, entrando Raúl Cabrera por la izquierda o Pitero por la derecha, que fue más incisivo que Iván. Cabana era un mariscal atrás y Alain, de menos a más, hacían bien la línea, pero ni Said, ni Baraja, en la segunda parte, ni Álvaro Pérez tenían su día, mientras que Pipi, que ponía la imaginación en la medular estaba fundido desde el minuto 70. Con todo el equipo de Menudo nunca bajó los brazos, pero no encontró premio a su insistencia.

Gálvez Agüera decretó el final con la victoria mínima que, eso sí, deja la eliminatoria abierta para la vuelta, que se jugará el próximo domingo a las 11:30 horas.

La mejor noticia, como confirmaba Juan Carlos Menudo y también el propio jugador, es que Pepe Calderón podrá jugar después de solucionar los problemas laborales que parecía le iban a impedir seguir con su carrera futbolística. Con él, el San José gana un jugador diferencial y que augura muchas alegrías a los azulinos.