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4-2: El día que Sergio se convirtió en el azul del escudo

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El Rinconada derrota al Alcalá con un partido épico del '8', que anotó un gol y dio dos asistencias

El Rinconada se reencontró con el triunfo tras la derrota en Osuna ante otro de los 'cocos', como es el Alcalá, en un duelo jugado de poder a poder y en el que jugó una importancia capital Sergio Alarcón, capaz de dar dos asistencias de gol para darle la vuelta a un marcador adverso, y de anotar el 3-2 tras el empate en el epílogo de los de José Carlos López y Emilio Gómez. Con este triunfo, los de Raúl Carmona se quedan en la segunda plaza en solitario, ponen tierra de por medio respecto a la frontera de los Play Offs y celebran la Navidad con triunfo, pues la plantilla celebró el tradicional almuerzo navideño tras el encuentro.

En lo puramente deportivo, el Rinconada tenía las bajas por sanción de la pareja titularísima de centrales: Manu Gallardo, que vio dos amarillas en el Raúl Carrosa, y Bellido, que cumplía ciclo de amonestaciones. El técnico blanquiazul alineó de urgencia a Segurola, como diestro, y a Edu de la Hera, como central zurdo. Y el equipo se resintió, como se pudo ver en el minuto 7, cuando un ataque alcalareño dejó retratado a Segurola y un remate de Javi Ortega acabó en gol tras tocar en Edu de la Hera y despistar a Iván. La réplica rinconera la tuvo Kisko que, tras ganar la espalda a la defensa entrando por la derecha, perdió el duelo individual con Hugo, que le sacó el balón a córner.
No obstante, y a pesar de esa ocasión, muy clara, el Rinconada sufrió en la primera parte, porque el Alcalá apretaba y la dupla defensiva dejaba lagunas. Además, el entrenador se desgañitaba desde la banda pidiéndole a Benítez que sacara el balón él, porque el pivote no estaba disfrutando tampoco de su mejor partido. Iván tuvo que aparecer un par de veces e, incluso, los alcalareños botaron una falta directa al larguero, muy cerquita de la escuadra.

En el 35, Raúl Carmona retiró a Segurola y Edu de la Hera e introdujo a Tejada y Estévez, reestructurando el dibujo, y el equipo mejoró, volviéndose más difícil de penetrar. Además, en el 44, tras el sufrimiento del primer acto. Sergio Alarcón sacó desde campo propio una diagonal maravillosa que recogió Estévez para, ahora sí, poner el empate de tiro cruzado, en un minuto psicológico que hizo daño a los visitantes, tras indicar el final de la primera parte Pedrinazzi Rodríguez con tablas en el marcador. El colegiado, muy cuestionado por ambos equipos, había expulsado en la primera mitad a Dani Contreras en el Rinconada.

En la segunda parte, la defensa local mantuvo el listón como en el epílogo de la primera parte y el duelo estuvo muy equilibrado, pues a pesar de la mejora rinconera, el Alcalá seguía demostrando que no ocupa el lugar que tiene en la tabla por casualidad. 

En el minuto 74, Pedrinazzi Rodríguez fue llamado por su juez de línea de banquillos, quien le indicó una agresión de Jiménez, que había entrado en la segunda parte, a David Cuevas, por lo que le sacó tarjeta roja y dejó al Alcalá con diez los últimos 16 minutos de partido, algo que, en una contienda tan igualada, terminó por ser decisivo. Así, en el 80, una falta lateral a la altura del vértice del área no la ejecutó Kisko, sino que se la cedió a Sergio Alarcón, que la puso con música al primer palo para que Kisko, que venía de fallar un penalti en el derbi, que no estuvo acertado en Osuna y que había perdonado una muy clara en la primera parte, se reencontrara con el gol con un cabezazo magistral en el que marcó los tiempos a la perfección y la puso imposible para Hugo.

Con 2-1 en el marcador y superioridad numérica, los tres puntos parecían quedarse en el zurrón del Rinconada, que trataba de dejar que pasara el tiempo. Sin embargo, wn el 88, tras una galopada por la izquierda del ataque alcalareño en la que el jugador visitante ganó la partida a Selu, Ennoury metió la puntita de la bota para hacer el 2-2 y verter un jarro de agua fría sobre el animoso público del Leonardo Ramos.

Pero este Rinconada nunca baja los brazos y, rápidamente volvió a focalizar sus esfuerzos en la meta contraria y así, un minuto después, tras una falta cometida sobre Sofian, muy cerca del lugar donde se había fraguado el gol de Kisko, dio origen a una serie de rechaces y a que le cayera el balón a Sergio Alarcón en el punto de penalti para que redondeara su noche mágica con el tercer gol que, ahora sí, cerraba el partido y desataba la euforia en el feudo rinconero.

Y para mayor disfrute, en el alargue, una contra la acabó materializando David Cuevas, en el 4-2 definitivo, que ponía el broche de oro a otra jornada épica del Rinconada, que va a por todas y que cerrará el año en el Manolo Jiménez de Arahal.

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