Sergio de Huelva ha puesto en marcha Alcantarillados La Unión, una empresa de desatascos y otros servicios con la que quiere plantar cara a la crisis y, si todo sale bien, ampliar su flota y fomentar el empleo
Apenas lleva un mes abierta, pero ya son varias las empresas que han contratado sus servicios, mientras que otras, esperan el vencimiento de contratos anteriores para firmar con la primera empresa rinconera de desatascos. Alcantarillados La Unión es la apuesta emprendedora de Sergio de Huelva, un joven rinconero que decidió plantar cara a la crisis y emprender una aventura como su propio jefe, aprovechando sus tres años de experiencia en el sector. "Algunos me decían que no era momento de montar nada, pero mi suegro, mi suegra y mi mujer, que son los que, en definitiva, importa lo que piensen, me apoyaron desde el primer momento".
A la hora de definir el sector de actividad, no sólo contó con su experiencia previa, sino que también tuvo en cuenta, dentro de su propio estudio de mercado, que no abundan este tipo de empresas en la Vega y que, si era capaz de ofrecer calidad y precios competitivos, la clientela iría creciendo progresivamente.
"No me puedo quejar de los clientes que han firmado con nosotros para el tiempo que llevamos. A medida que pase el tiempo y que se corra la voz de cómo trabajamos, seguro que el número crecerá".
Para este negocio, Sergio cuenta con un socio capitalista, Sebastián Gómez, y con la ayuda de su suegro. "Los comienzos no son fáciles y, ahora, estoy yo sólo, pero mi idea es crecer y ampliar servicios, creando puestos de trabajo". En este sentido, tiene que multiplicar esfuerzos y subcontratar algunos servicios mientras puede disponer de su propia maquinaria. "Cuando acabo la jornada me voy a buzonear octavillas con mi publicidad y, cuando tengo que llevar a cabo algún trabajo en el que necesito un camión, lo subcontrato, lo que, aunque no me renta, me permite que me conozcan mientras compro el mío propio".
Alcantarillados La Unión, que recibe su nombre del deseo de desarrollar su actividad en La Rinconada y San José, está abierta las 24 horas, aunque, a partir de las siete de la tarde, ya factura como urgencia y las tarifas son distintas. "Hay días que son agotadores, pero tenía claro que no quería quedarme parado en mi casa. Mejor agobiarse por exceso que por defecto".
Además de desatascar, Sergio de Huelva lleva a cabo instalaciones, labra arquetas, sifones, acometidas a la calle e instalaciones aéreas en sótanos. De igual modo, estudia para obtener la capacitación de aplicador, lo que le permitirá llevar a cabo control de plagas, y el título de ADR para transportar mercancías peligrosas. "No vale quedarse estancado, siempre hay que ampliar conocimientos, innovar y crecer, para lo que la formación es fundamental".