La autora local ha presentado en Otoño Literario su primer poemario ‘En el jardín de mis sueños’, publicado por la editorial Donbuk, donde habla de la vida, del amor, de la familia, la naturaleza y de la música, entre otros temas vitales
Llegó Asunción Vega al Centro Cívico Los Silos emocionada y un poco nerviosa a presentar su primer poemario en Otoño Literario. Arropada por su familia y el público de la sala, Asunción recitó, cantó y narró todo lo que recoge ‘En el jardín de mis sueños’ que, en definitiva, habla de la vida.
La delegada de Igualdad, Diversidad y Mayores, Noelia Ramírez, presentó a esta poeta, natural de Pedrera y rinconera de adopción, cuyos poemas “son alegres y vitalistas, reflejando a la perfección cómo es ella. Mujer autodidacta, a través de sus versos, nos enseña su corazón”. Ramírez también destacó que el programa Otoño Literario del área de Cultura no sólo trae a firmas de renombre nacional e internacional, sino que “respalda y visibiliza igualmente las obras de escritores y escritoras locales, para que su tierra sea testigo de su talento”.
El encuentro estuvo presentado por la periodista Esther Pérez que señaló de esta autora que ya de niña recitaba poesía, “porque como la misma Vega afirma a ella la poesía le abre el corazón y la golpea”. “Enamorada de su familia, amante de la naturaleza y de la vida, da como resultado este primer libro”. Ante la pregunta de la periodista acerca de qué encuentra el lector en su ópera prima, Asunción respondió que “escribe a la naturaleza, al mar, a la vida y luego al amor, a mis nietos, a mi familia, a los pobres, a la música… escribo a la vida”. Con respecto al nombre de la obra explicó que es el título de un poema dedicado a la mujer maltratada. Pero, cómo llegó Asunción Vega a escribir poesía. Pues de forma completamente autodidacta. “no fui al colegio porque tenía que cuidar a mis hermanos, así que fui a una papelería y me compré un cuadernillo con las vocales y así fui avanzando”. Sin embargo, la oralidad estaba presente en su vida y con 9 años ya declamaba versos y las jóvenes iban a su casa a que les recitara versos o les escribiera postales.
También el cante ha marcado su devenir, un talento musical que heredó de su padre. “Mi padre cantaba como los propios ángeles, nos cantaba nanas cuando éramos pequeñas. Antes, en las tabernas, solo podían entrar los hombres, yo iba detrás de él y me quedaba en la puerta del bar, sentada en el escalón de la calle y escuchaba cómo cantaba flamenco. Yo he cantado toda mi vida, para mí todas las canciones son poemas”.
Vega escribió la mayor parte de la obra durante la pandemia. “Me agarraba a eso porque la soledad es muy mala y no podía estar con mis nietos, ni nada”, a partir de ahí, reconoce que le resulta más fácil escribir y que lo hace casi todos los días. “La poesía me ayuda a todo, si no puedo dormir escribo y cuando me levanto por la mañana y lo leo me sorprendo de lo escrito”.
‘En el jardín de mis sueños’, la autora le escribe al mar, “cuando escribo veo el mar, cómo las olas pegan contra las rocas y salen los encajes”; a la naturaleza, “me gusta el campo, la naturaleza te da la vida”; a sus hijos, nietos, amigos; acontecimientos especiales como la boda de una hija o anécdotas ocurridas a sus nietos; a la música tan presente en su vida, como el poema dedicado a Rocío Jurado; a Andalucía porque “aquí el arte no se puede aguantar”; a las tradiciones…
“No entiendo cómo soy capaz de visualizar de manera tan nítida lo que escribo, me transporto con mi inspiración”. También reflexiona en su obra sobre la vida, la muerte, la edad. “No somos conscientes del paso del tiempo, los años pasan volando y pasan sobre nuestro cuerpo y, posiblemente, si nos diéramos más cuenta, viviríamos más la vida”.
La poeta adelantó que tiene en marcha su segundo libro, “soy muy inquieta” y destacó que “los libros son los que me han enseñado y me han dado los conocimientos que tengo”. Para finalizar recitó algunos textos del libro.