La escritora ha mantenido un encuentro con alumnado de Bachillerato del IES Carmen Laffon para presentar su novela 'Últimos días en Berlín', finalista del Premio Planeta 2021. La autora madrileña también ha hablado con los jóvenes sobre el privilegio de saber leer y que implica tener capacidad “para que nadie os venga a manipular”
Otoño Literario ha llevado el mundo creativo de la escritora madrileña Paloma Sánchez-Garnica al IES Carmen Laffon, un encuentro conducido por el periodista de Radio Rinconada Sergio Moreno, que se enmarca dentro de este programa de fomento de las letras y la creación.
Así, en la biblioteca del centro, la delegada de Cultura, Raquel Vega, ha presentado a la autora al alumnado de 1º de Bachillerato de Artes Escénicas y de Humanidades del instituto. Vega ha recordado que Sánchez-Garnica ya estuvo en Estación de las Letras para presentar su anterior novela ‘La sospecha de Sofía’ y “hoy lo hace con un trabajo que ha sido finalista del Premio Planeta 2021, ‘Últimos días en Berlín’, con el que acercarnos a las guerras mundiales y los totalitarismos. En este momento convulso en el que vivimos es una oportunidad de conocer el pasado para entender el presente”. De Paloma Sánchez-Garnica ha resaltado que es “una escritora muy especial, en primer lugar, por la importancia de sus obras publicadas, como ‘El gran arcano’ (2006), ‘La brisa de Oriente’ (2009), ‘El alma de las piedras’ (2010), ‘Las tres heridas’ (2012), ‘La sonata del silencio’ (2014) o ‘Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido’ (Premio de Novela Fernando Lara 2016). También porque su formación previa denota inquietudes y superación personal, superando ciclos de vida hasta llegar a su pasión: la literatura”.
La edil también ha agradecido a la Fundación José Manuel de Lara el trabajo conjunto con el área de Cultura a través de “este proyecto semilla que permite encuentros con firmas del panorama nacional e internacional con estudiantes de los institutos del municipio. Queremos convencer de la importancia de la lectura y despertar la creación”.
La autora de ‘Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido’ ha iniciado el acto afirmando ante el público joven que “es un honor, responsabilidad y motivación hablaros, vuestra edad es fundamental porque sois el futuro”.
‘Últimos días en Berlín’ se sitúa en un contexto histórico muy concreto, en el periodo de entreguerras, en Alemania y Rusia, aunque la escritora tiene claro que no puede definirse como novela histórica. “Mi novela está protagonizada por gente normal y corriente, con sus problemas cotidianos, colocados en un entorno histórico determinado. Estos personajes viven con unos principios morales diferentes a los que tenemos ahora y todo ese entorno los condiciona”. A través de su obra trata de “indagar cómo gente corriente, como yo o vosotros, vivía en ese Berlín del año 33 cuando a Hitler lo nombran Canciller o cómo vivían en ese Moscú de los años 30 bajo el estalinismo. Esa es la fascinación que me mueve, entender la historia mediante la intrahistoria”.
Con la novela, la autora ha intentado comprender qué ocurrió en ese período para llegar a toda la barbarie que vino después. “¿Cómo una sociedad con una sensibilidad cultural como la alemana se deja llevar de esa manera arrasadora por un salva patrias como Hitler?”.
Como ha subrayado Sánchez-Garnica “todos estos dictadores no llegan al poder diciendo que van a quitar todas las libertades, es cuando ya están en él cuando lo hacen”. Y en ese mundo totalitario vive el protagonista de la novela, Yuri Santacruz, que ha nacido en la Rusia zarista y ha vivido una vida cómoda y en equilibrio hasta que le abate la Revolución Rusa y la posterior guerra civil. En esa huida del horror, deja atrás a parte de su familia. Llega a Madrid en los años 20 y a Berlín en el 33, con el ascenso al poder de Hitler. “Yuri tiene un sentido de la justicia muy claro, unos principios morales muy definidos, teniendo en cuenta que los totalitarismos retuercen los principios morales… y los intenta mantener, pero llega un momento en que hacerlo le puede costar la vida a él o a sus seres queridos y, ante esto, te metes la integridad en el bolsillo”.
Totalitarismos que se alimentan del miedo para “controlar a la población”, mediante “un movimiento de masa en el que toda la sociedad tiene que pensar la misma idea y eso supone que desaparezca el sistema legal de protección del Estado de Derecho”.
También ha hablado sobre la propaganda y ha recordado a Primo Levi cuando decía que había que estar alerta porque podía volver a ocurrir. “Los principios de Goebbels son la base de la manipulación y se utiliza no solo por los partidos políticos, sino que es la base de la publicidad”. Ha referido que “en las redes sociales se utilizan estas fórmulas. El problema es que seamos una sociedad vulnerable y que esos mensajes nos calen. Ahora tenemos acceso a información en un clic, pero lo importante es contrastarla. La manipulación y la propaganda están ahí siempre, hay que tener la capacidad de cribar y contrastar, tener criterio para formar una opinión”. ¿Cómo conseguir no ser manipulado?, la finalista del Premio Planeta lo tiene claro: “Leyendo”.
“Pensad por un momento el privilegio de saber leer, si no supieseis ¿cómo os moveríais por el mundo? La vida se os limitaría tanto”. Porque “ese privilegio os abre oportunidades”, da la capacidad “de usar esa enseñanza y abrir esa mente a esos mundos que os dan los libros”. Para Paloma Sánchez-Garnica leer es “la capacidad de que nadie os venga a manipular”.
Escribir para entender
Sobre su proceso de escritura ha resaltado que primero realiza un extenso trabajo de documentación a través de novelas de la época, diarios, ensayos, documentales, películas… “La narrativa es una forma muy fácil de entender una época. Yo escribo para aprender, me ayuda a relacionar todo aquello que he leído y esta novela me dio la clave para entender cómo se llegó a la Segunda Guerra mundial, qué paso con esa sociedad, por qué falló”. “Si quieres ser escritor tienes que leer mucho, porque al final los personajes te surgen de tu imaginación, de tus lecturas, de tu visión del mundo, de cómo te vas manejando en la vida”.
Ha proseguido la escritora que tras ese proceso de documentación y lectura toca escribir la historia. “Escribir requiere disciplina y constancia y puede ser agotador. El escribir también es muy inquietante, inseguro, crea un mundo de dudas, desasosiegos, altibajos, te vuelves un poco rarito”. Hay un momento en el que se produce “un pálpito” y empieza a formar una historia, con unos personajes que va descubriendo línea a línea. “Es como si viniera gente a mi casa que no conozco de nada, unos se presentan con nombre, otros tardan más. A medida que voy escribiendo de forma disciplinada todos los días, los voy conociendo”, llegando incluso, como ha enfatizado la escritora, a “canibalizar” su vida.
Y es que escribir para Sánchez-Garnica procede siempre de su curiosidad por entender. A la hora de escribir quiere vidas contadas a pie de calle, entrar en la intimidad de la gente, que el lector se sienta identificado con los personajes. “Todo lo que se cuenta en esta novela no son hechos reales, pero sucedieron, son pellizcos de vida que he cogido, lo que les pasa a los personajes les ha pasado a personas como nosotros. Tenéis que ser conscientes de que los derechos conseguidos hay que protegerlos y defenderlos, porque os lo pueden quitar en cualquier momento”.