Entre el núcleo de San José y el de La Rinconada se contabilizan 30 calles con nombres de mujeres, en su mayoría escritoras o políticas de reconocimiento mundial. Pero para los curiosos e interesados en la historia del municipio, de entre todas esas calles hay  diez con nombres de mujeres rinconeras que han aportado algo a la localidad por su trabajo, su dedicación o su valía. En concreto hay tres en el núcleo de La Rinconada y diez en el de San José.
Estos datos son fruto del estudio realizado por la profesora del IES Antonio de Ulloa, María Ramos, quien ha publicado un dossier con la historia de todas esas mujeres, financiado por la Consejería de Educación.
De todas ellas sólo Teodora Ocaña, la cosaria, sigue viva. El resto son personas, cuyos familiares han tratado a través de este estudio, de que su nombre no quede en el olvido.
Julia Palomo: Ella es una de las protagonistas del callejero del núcleo de La Rinconada. Fue maestra en los años 30 del siglo XX. Tiene el privilegio de ser la primera mujer a la que el Ayuntamiento dedica una calle en la localidad. Se dice que su escuela estaba dedicada en esta misma vía que ahora lleva su nombre que hoy son los números 17 y 19.
Pastora Fernández: Pastorita, fue conocida durante la última parte del siglo XIX y casi toda la primera mitad del XX. Era la comadrona del pueblo y recogió, en su nacimiento, a todos los niños de La Rinconada hasta 1944. Nunca jamás cobró a nadie y algunos agradecidos por su trabajo le ofrecían lo que buenamente podían. Su sencillez, amabilidad y entrega a los demás la han hecho ganarse el respeto y admiración de todos los rinconeros.
Señá Pilar Vargas: El pueblo atribuía a Pilar poderes milagrosos como levitar mientras oraba a la Virgen y la curación de los ojos del niño José Páez Fernández, 'el cagarruta'. Por ello, fue venerada en muchos hogares rinconeros, en los que su foto solía iluminar con lamparillas de aceite. Según los vecinos, durante su velatorio  sufrió un proceso de sudoración que se prolongó durante tres días motivado por su devoción a la Virgen.
Bernarda Pichardo: Nació en Pilas en julio de 1877 y murió en 1971. Fue conocida durante varias generaciones por su entrega, afecto y cariño hacia los niños pequeños y desprotegidos..
Carmen Colome: Nació en 1902. y se vino a La Rinconada en 1930 al quedarse viuda. Dedicó toda su vida a la localidad, a curar las quebraduras y los huesos rotos de los vecinos. Además, entregaba su casa al pueblo, cuando el arroyo se desbordaba e inundaba la parte baja.
Carmen Lasuspira: Su nombre real era Carmen Domínguez Castillo. Aún hoy en día permanece en el recuerdo de muchos rinconeros, ya que fue la primera persona que construyó una vivienda en el núcleo de San José, cuando el 1922 se asentó sin poder imaginar que de ahí se pasaría a los 35.000 habitantes que hay hoy en día.
María Vázquez Ponce: Nació en Villalba del Alcor, en Huelva, en 1911. Era propietaria de una panadería. Su entrega a los demás, su humildad y su carisma hicieron que se ganara el cariño y afecto de la gente de su barrio.
Mercedes Reina: Nació en Sevilla en 1891 y llegó al municipio en 1939. Fue la fundadora del Colegio de Comadronas de Sevilla. Se distinguió por su entrega, su profesionalidad y su dedicación a su trabajo en La Rinconada.
Natividad Morales: Se estableció en San José en el año 1928 (nació en 1890), fundando la primera panadería del barrio.
Teodora Ocaña: Con sólo un año de vida llegó a La Rinconada y a los 12 años comenzó sus primeros mandos. Desde hace más de 30 años se dedica a la profesión por la que hoy es muy conocida por la población: cosaria. Es una persona de carácter abierto, alegre y de espíritu participativo. Destaca su apoyo a las familias que necesitaban de sus  servicios a la hora de agilizar un  trámite.