El XV Trofeo Radio Rinconada se decidió por penalties tras acabar los 90 minutos reglamentarios sin goles en un partido clásico de estas fechas, en las que los equipos no quisieron arriesgar, en el que el juego se trabó por momentos y en el que hubo pocas ocasiones de gol. Desde los once metros, sólo falló Kisko, un consumado especialista al que Adri, el portero que ha llegado del Torreblanca para darle competencia a Sebas, sacó lanzándose abajo a su izquierda.

Este encuentro, que siempre supone el último partido de pretemporada antes de la competición oficial, ha tenido que adelantarse por la celebración de la Copa RFAF, en la que el San José se enfrentará a la Peña Deportiva Rociera los próximo días 28 de agosto y 1 de septiembre, mientras que el Rinconada hará lo propio en las mismas fechas ante el Mairena. En caso de pasar, ambos equipos tendrían que disputar un duelo más a doble partido antes del inicio de la Liga, que será el 15 de septiembre a domicilio para ambos conjuntos de la localidad. Así, el San José viajará hasta Alcalá de Guadaira para enfrentarse a un equipo que se ha renovado totalmente, mientras que el Rinconada jugará en el San Juan Bosco de Utrera ante el filial del cuadro blanquirrojo.

El Trofeo Radio Rinconada, aun siendo un partido amistoso, no es un bolo veraniego más, porque los derbis no se juegan, sino que se ganan, y suponen un acicate de moral de cara a la temporada, por lo que, sin perder el norte de que no hay puntos en juego, sí es un partido que se quiere ganar siempre y para el que se pone toda la carne en el asador.

Pero el adelanto de la fecha hacia que faltaran jugadores llamados a ser importantes. No estaba Pepe Calderón, Borja García o Pichi, en el San José, mientras que faltaba Iván Gaviño, Ángel o el lesionado Sedeño, entre otros, en el Rinconada. Incluso faltaba Raúl Carmona, que no pudo acudir por motivos laborales dirigiendo al Rinconada su segundo, Dani contreras.

El duelo se inició con un ataque vertiginoso del San José que a punto estuvo Pipi de aprovechar para adelantar a los azulinos. Falló y, no obstante, la jugada estaba invalidada por fuera de juego. El esquema de Menudo, su filosofía de fútbol era muy reconocible, con un equipo bien plantado, que quería tener la pelota, pero que no arriesgaba en absoluto, reculando hacia atrás cuando se cerraban los espacios. El Rinconada trataba de ser más eléctrico cuando se acercaba a los dominios de Sebas, pero tampoco era capaz de generar ocasiones claras. El dominio territorial era de los visitantes a partir de los quince minutos de la primera parte, pero a los del Ramos Yerga les temblaban las piernas cuando los hombres de ataque cañameros arrancaban la moto, como era el caso de Álvaro Pérez, que se iba arriba y generaba muchos problemas en la defensa para ser frenado. En estas, llegó una de las mejores ocasiones del partido con la sociedad Kisko-Cuevas. El primero la puso desde el córner y el segundo remató fuera no acertó a rematar. Sí lo hizo fuera por poco, instantes después, tras un pase de Figueras desde la izquierda, pero previamente, el colegiado Rubio Fernández, había indicado fuera de juego.

En la segunda mitad más de los mismo. Seguridad atrás, algún chispazo de calidad o de desborde, pero riesgo cero, porque el cero goles recibidos era mayor tesoro que cualquier jugada que pudiera acabar en gol propio. Los banquillos se fueron moviendo y así, salió Said, Pablo Morales, Luca Parrado o Alain, que había firmado esa misma mañana, en el San José, y Estévez, Segurola, Selu, Marín o Benítez, el ex del Alcalá, que formalizaba su contrato el día anterior al partido, en el Rinconada, pero su presencia tampoco cambió la dinámica del juego ni el sino del partido.

Rubio Fernández pitó el final con el cerocerismo imperando en el Felipe del Valle, lo que hacía que el duelo, por segunda vez en los quince años de historia que atesora, se decidiera en los penalties. Said, Luca, David López, Pitero y Álvaro Pérez convirtieron su lanzamiento, mientras que en el Rinconada Peluqui, Luis Cubero e Ismael Naranjo convirtieron el suyo, pero Kisko, un consumado especialista que había sido MVP en la edición anterior, logrando el gol del triunfo para los blanquiazules, falló su lanzamiento o, mejor dicho, lo paró Adri, el meta que cinco minutos antes del final había relevado a Sebas. El gol de Álvaro Pérez hacía estéril lanzar el quinto penalti del Rinconada y dejaba el triunfo en el equipo local, que suma su décimo segundo entorchado por tres de la escuadra rinconera.

En la entrega de premios, el equipo de la Radio estimó entregar el MVP del choque a Álvaro Pérez, de manos del coleqiado Milla Alvéndiz, mientras que David Cuevas recogió la copa de subcampeón del Rinconada de manos de la delegada de Igualdad, Diversidad, Mayores y Recursos Humanos del Ayuntamiento, Noelia Ramírez, y Davido López hizo lo propio con la copa de campeón de manos del edil de Deportes y Seguridad Ciudadana, Francisco José Rodríguez. El año que viene tendrá lugar la XVI edición del trofeo en el estadio Nuevo Leonardo Ramos Yerga. Pero eso será otra historia…