El autor de 'Pilato, el Prefecto de Judea' ofreció una conferencia, en el marco de Estación de las Letras, desgranando a la luz de las leyes de Roma y del derecho judío cómo fue el proceso que condenó a muerte a Jesús de Nazaret no exento de irregularidades
La parroquia de San José se incorporaba recientemente a los espacios hasta donde el programa del área de Cultura Estación de las Letras llega este año en su promoción por la lectura, la escritura y la promoción de jóvenes escritores y escritoras.
En este caso, la cita era con el escritor local Andrés Sampedro quien ofreció en un marco tan propicio como es el de la cuaresma, su conferencia ‘Jesús ante Roma. El proceso romano que cambió el mundo’. Andrés Sampedro, que tal y como resumía la delegada de Cultura, Raquel Vega en su presentación, ya obtuvo un reconocimiento local por su expediente académico hace unos años, ha invertido más de tres años de su vida en el estudio de la vida de Poncio Pilato. Fruto de esa investigación, publicó su primer libro ‘Pilato, el Prefecto de Judea’ de más de mil páginas con la editorial Donbuk a la que seguiría el ensayo ‘En nombre del pueblo romano’.
Fue el párroco Alberto Mediavilla el encargado de dar la bienvenida y agradecer la asistencia del numeroso público que llenaba la iglesia, así como al Ayuntamiento y a todas las personas instituciones que habían respaldado la ponencia de Andrés en la sede parroquial. A continuación, Raquel Vega tomaba la palabra enmarcando el acto en Estación de las Letras y reseñar la biografía estudiantil, literaria y académica del ponente.
Ya en su exposición, Sampedro comenzó por contextualizar el
tiempo y el espacio en el que se desarrolló el proceso más importante de la
Historia. La estructura jerárquica del imperio romano, la singularidad de Judea
como destacado enclave geoestratégico o quién fue Pilato y cuanto poder tenía
en sus manos hasta el punto que sin ser jurista sino militar, fue quien sentenció
a Jesús. Fueron algunas de las claves ofrecidas por el autor para entender el
juicio a Jesús. Igualmente, también retrató la Judea de la época. Tierra
invadida por Roma con grupos como los celotes que se oponían a la presencia
romana practicando una lucha de guerrillas.
Un proceso del que hay coherencia dentro de las fuentes
evangélicas siendo sin embargo los detalles y personajes que figuran o no en
cada uno de los cuatro relatos, de los que se sirven los investigadores como
hilo del que ir tirando. Andrés Sampedro situaba la expulsión de los mercaderes
del templo como el punto de inflexión en el que Jesús empieza a ser percibido
como una amenaza para el sector influyente, económico y religioso floreciente
en torno al templo de Jerusalén. A partir de ahí fue desgranando los dos
juicios a los que fue sometido Jesús. Por un lado, el juicio judío y por otro
el juicio romano. En ambos abundan las irregularidades. En el primero de ellos
por ejemplo se vulneró la obligación de que juicios y detenciones fueran de día
(la detención y juicio a Jesús en el huerto de los olivos habría sido durante
la noche) o la obligación de que los setenta miembros del sanedrín participasen
en la deliberación. En cuanto al juicio romano, Jesús por ejemplo recibió dos
sentencias por un mismo delito la de la flagelación y la de la muerte por
crucifixión. Un relato cronológico del que como dijo Andrés Sampedro, fue el
juicio que cambió el rumbo de la Historia.
El mentor de Estación de las Letras, Fernando Iwasaki, fue el encargado de reseñar algunos puntos de la conferencia de Andrés y dar paso a los presentes que mantuvieron un enriquecedor diálogo con el ponente en torno a un tema del que mucho se ha escrito y donde la diversidad de opiniones sigue presente.
Fotos Belleda López.